Cuando parecía que la tierra ya había causado suficiente desastre para años con lo sucedido en Japón el 11 de marzo, volvió a temblar ayer y provocó una tragedia de mucha menor escala que la nipona, pero especialmente dolorosa para España, porque se produjo en Lorca (Murcia).
Al menos 10 personas, según la Delegación del Gobierno regional, fallecieron tras un terremoto de 5,2 grados en la escala Richter que sacudió la Comunidad Autónoma y cuyo epicentro se situó en esa localidad. Por supuesto, el luto quedó instalado de inmediato en la zona, además del pánico entre los vecinos de la ciudad, la tercera en población de Murcia y capital del Valle del Guadalentín.
El intenso temblor de tierra se produjo tras un primer seísmo de 4,4 grados, registrado a las 17,05 horas. Ambos se debieron a un «deslizamiento horizontal de la falla» de Lorca, según informaron fuentes de la Unidad de Registro Sísmico de la Universidad de Alicante (UA).
La ciudad, que todavía recordaba el terremoto de 4,7 grados de 2005 que por fortuna no generó víctimas mortales, aunque dañó cerca de mil casas, entró en una situación «extrema y sin precedentes», en palabras de la concejala de Seguridad, María Belén Pérez.
Ante el caos y el temor, los vecinos comenzaron a colapsar los parques de la localidad para protegerse de una hipotética nueva réplica fuerte. Según testigos presenciales, las calles del centro urbano quedaron «desiertas y los automóviles vacíos, muchos de ellos sepultados por escombros».
El terremoto se alió con la tragedia a las 18,47 horas, cuando se desplomaron dos edificios, uno en la calle Gloria y otro en el barrio de la Viña. La trágica lista de fallecidos llegó como poco a los 10.
La preocupación fue tal que se desalojó el hospital Rafael Méndez de la ciudad, y se trasladó a todos sus pacientes a otros centros médicos. Lo mismo sucedió con un centro de salud, otro de atención temprana y el instituto de educación secundaria Ros Giner.
También se cayó parte de la cúpula del Santuario Virgen de las Huertas, patrona de la ciudad, y de las iglesias de San Diego y de Santiago, así como parte de las almenaras de la Torre del Espolón del Castillo lorquino.
Las autoridades recomendaron a los vecinos que no utilizaran el ascensor, y Tráfico pidió que no se viajara a Lorca si no era totalmente necesario.
Además, durante toda la tarde resultó muy complicado establecer contacto telefónico con la población; las redes estaban saturadas y hubo numerosos problemas de cobertura.
Despliegue. En cuanto fue posible, se pusieron a trabajar para aliviar el desastre los servicios municipales y autonómicos de rescate y asistencia sanitaria, agentes de la Policía Nacional de Murcia, Cartagena y provincias limítrofes, así como 150 miembros de la Unidad Militar de Emergencias, que se desplazaron desde Valencia por orden del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
El delegado del Ejecutivo en la región, Rafael González Tovar, tuvo que aplicar el Plan Especial ante Riesgo Sísmico.
En cuanto al jefe del Gabinete autonómico, Ramón Luis Valcárcel, que se encontraba en Bruselas en un pleno del Comité de las Regiones, retornó de inmediato ante la magnitud de lo sucedido.
El Rey, Zapatero, el líder del PP, Mariano Rajoy, y varios presidentes autonómicos y ministros trasladaron al dirigente sus condolencias y su apoyo. La actual titular de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, acudió a Lorca, y lo mismo hará hoy Alfredo Pérez Rubalcaba. Por supuesto, los partidos en Murcia suspendieron de inmediato los actos de campaña, y no se sabe cuándo los reanudarán.
Los terremotos provocaron importantes desperfectos en las carreteras de la zona, y hubo varios cortes que afectaron incluso a la A-7 en sentido Almería.
El impacto de la tierra fue tan fuerte que no se sintió solo en Lorca y en toda Murcia, sino que se extendió por bastantes áreas de la geografía nacional, hasta el punto de que cabe afirmar que afectó casi a media España.
El temblor llegó a Madrid, donde el servicio de Emergencias del 112 recibió decenas de llamadas de aviso. Además, el Gobierno informó de daños en Albacete capital y Vélez-Rubio (Almería).
Hubo más provincias de Andalucía perjudicadas, como Granada, Jaén, Málaga y Sevilla, y el suceso también dejó una huella en San Juan, El Campello y Crevillente (Alicante).
En definitiva, se trató de una jornada trágica y de luto en España, y especialmente en Lorca, que, sin duda, tardará en recuperarse de este duro golpe.
El Ayuntamiento de Lorca cifra en un 80% las viviendas afectadas.
Apoyo de Valencia y Castilla-La Mancha
Las comunidades autónomas vecinas reaccionaron también de inmediato, primero ofreciendo toda clase de apoyo logístico y de medios y posteriormente sumándose a los mensajes de condolencia. En Castilla-La Mancha, el consejero de Salud, Fernando Lamata, ofreció el Hospital General Universitario de Albacete a la consejera de Sanidad, María Ángeles Palacios, y el presidente Barreda su apoyo al presidente Valcárcel y a la Región «en todo lo que pueda necesitar». Por su parte, la secretaria general del PP y candidata a la presidencia, María Dolores de Cospedal, se unió «al dolor de las familias que han perdido a un ser querido» y manifestó el deseo de la pronta recuperación de todas aquellas personas que han quedado heridas por este «terrible terremoto». La Generalitat Valenciana también ha trasladado las «condolencias y el pesar de todos los valencianos por las víctimas que ha causado el terremoto»